sábado, 31 de enero de 2009

Acerca de las nociones de "hecho" y "cosa" en Wittgenstein

“HECHO” Y “COSA” EN EL TRACTATUS DE WITTGENSTEIN[1]

A nuestro parecer, el meollo del Tractatus de Wittgenstein se va configurando en los primeros parágrafos introductorios. Sin embargo, las interpretaciones de las mismas no obedecen necesariamente al orden propuesto por el autor, sino que muchas veces se hace necesario comenzar la reflexión por la observación de la observación de un parágrafo.

Tal situación anecdótica se irá manifestando en este breve artículo sobre uno de los puntos que a nuestro entender se hace necesario aclarar, a saber, la distinción clara que Wittgenstein realiza en torno a lo que es un “Hecho” y lo que es una “Cosa”.

Para tal fin, preciso es que de antemano se tome en cuenta algunas ideas centrales esbozadas por Wittgenstein en su prologo así como en parágrafos posteriores. Ideas centrales como por ejemplo de que las constantes lógicas no representan nada del mundo y, junto con esta, la idea de que la lógica pertenece a lo que es mostrado y no a lo que es dicho.

Al inicio del Tractatus Wittgenstein sostiene lo siguiente:
El mundo es todo lo que es el caso[2]
1.1. El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas
1.11. El mundo viene determinado por los hechos, y por ser estos todos los hechos.
1.12. Porque la totalidad de los hechos determina lo que es el caso y también todo cuanto no es el caso.
1.13. Los hechos en el espacio lógico son el mundo.
1.2. El mundo se descompone en hechos.
1.21. Algo puede ser el caso o no ser el caso, y todo lo demás permanecer igual.

De acuerdo a ello, podemos percibir claramente la necesidad que urge a Wittgenstein de distinguir entre lo que son hechos y lo que son cosas.

Ahora, ¿En qué consiste esta diferencia? Es lo que precisamente se hace notar en los comentarios de primer parágrafo y estos a su vez por sub comentarios. Por ejemplo 1.13 y 1.21 Si comenzamos analizando 1.21 que dice: “Cada cosa puede ser el caso o no ser el caso, mientras que todo lo demás permanece igual”.

Esto quiere decir a nuestro modo de entender, que lo que es el caso está absolutamente indeterminado por ser el caso de algo más. Sin embargo, lo que Wittgenstein sugiere es que ser el caso de algo no está determinado por ser el caso de algo más en lo que concierne a la lógica. Es decir, el sentido en que ocurren las cosas necesariamente no es el de la necesidad en el sentido lógico[3]. Empero, si se toma en cuenta 1.13, se concluye que debe haber una conexión entre la lógica y los hechos ya que lo hechos en el espacio lógico son los que constituyen al mundo. Pero ¿En qué consiste el espacio lógico?[4]

Para comprender ello tomemos en cuenta las siguientes proposiciones:
2 Lo que es el caso-un hecho-es la existencia de estado de cosas.
2.01 Un estado de cosas es una combinación de objetos (cosas).
2.011 Es esencial a las cosas ser posibles constituyentes de estado de cosas.
2.012 En la lógica nada es casual: Si la cosa puede ocurrir en el estado de cosas, la posibilidad del estado de cosas tiene que venir ya prejuzgada en la cosa.

Si buscamos ejemplificar lo expuesto, ello se daría de la siguiente manera: si tomamos la proposición “Lima es una ciudad grande” y “Tacna es una ciudad pequeña”, ambas afirmaciones representarían un estado de cosas. Estos estados de cosas se mantienen en el mundo; pero no olvidemos que esto no podría haber sucedido así. La ciudad de Lima pudo haber sido pequeña y Tacna una ciudad grande.

Ello no refleja más que la complejidad que presentan los estados de cosas ya que podemos imaginarlos cambiados de orden, los elementos que la conforman pueden tener diferentes combinaciones que las que ya presentan. Sin embargo, en 2.012, Wittgenstein nos dice que en la lógica nada es casual, que una cosa puede ocurrir en un estado de cosas, dicha posibilidad de este estado de cosas debe estar ya escrita en la cosa misma.

De esta manera según nuestro ejemplo, está en Lima y en Tacna que son ciudades que pueden ser grandes o pequeñas. Hay un ámbito de posibilidades en que ambas ciudades pueden encajar.

Ahora, cuáles de estos estados de cosas son los reales no es asunto de la lógica; pero cuales estados de cosas son posibles si es una cuestión de lógica.
Que Lima sea una ciudad grande o pequeña es una cuestión de hecho, pero es cuestión de lógica que puede ser lo uno o lo otro.

En 1.1 Wittgenstein dice: “el mundo es la totalidad de los hechos no de las cosas”. Con ello Wittgenstein ya esta diferenciando claramente entre “hecho” y “cosa”, si también tomamos en cuenta las ideas anteriores.

Si alguien sostuviera la idea de que el mundo es una totalidad de cosas, estaría pasando por alto que estas cosas encajan o se combinan unas con otras. Por eso, es correcto dentro de este razonamiento sostener que las cosas existen sólo en los hechos.

En qué hecho puede combinarse una cosa es, algo que ya está predeterminado en la naturaleza de la cosa. Ello es la razón de por qué no sean las cosas, sino los hechos, y no solo los hechos, sino los hechos en el espacio lógico, los que constituyen el mundo.


Notas:
[1] Para toda lectura, análisis y comentarios se ha tomado en cuenta el texto de L. Wittgenstein: Tractatus Lógico-Philophicus, Alianza Editorial, Madrid, 2002, versión e introducción de Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera

[2] Por las aclaraciones hechas en clase por el profesor, compartimos a idea de que es mejor entender este término como “acontecer o suceder” y no tanto como “caso” por lo que ello implica.
[3] Podemos percatarnos que tal afirmación no es más que otro modo de decir que la lógica no determina lo que es el caso.

[4] Es de notar que si dilucidamos tal interrogante nos será más sencillo comprender por qué el mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas.